No es un secreto para nadie que, en Guatemala, el espíritu de emprender es una fuerza vital, casi un instinto de supervivencia. Basta caminar por las calles empedradas de La Antigua para ser testigo de un ecosistema vibrante, donde la innovación y la tradición se mezclan en cada esquina, desde el artesano que trabaja el jade hasta el chef que reinventa la gastronomía local. Pero, ¿hasta qué punto este ímpetu es sostenible? Y, más importante aún, ¿cómo se compara el hustle diario de los antigüeños con la realidad técnica de los números nacionales?
El Monitor Global de Emprendimiento (GEM) Guatemala: Reporte Nacional 2024/2025, elaborado por la Universidad Francisco Marroquín (UFM) a través del Centro de Emprendimiento Kirzner, nos ofrece una radiografía implacable del entorno emprendedor guatemalteco. Y, francamente, lo que revelan sus páginas es un paradigma de contrastes: una nación con una pasión emprendedora que se ubica entre las más altas del mundo, pero que opera dentro de un entorno institucional y económico que parece diseñado para sofocarla. Para una ciudad tan especializada y dependiente del turismo como Antigua, entender estos resultados nacionales no es solo un ejercicio académico, sino una necesidad operativa para planificar su futuro económico.
La Paradoja de la Pasión: Un País que Emprende por Necesidad y Oportunidad
Si alguna vez te has preguntado por qué parece que todo el mundo está vendiendo algo en Guatemala, el GEM tiene la respuesta, y es abrumadora: somos el sexto país del mundo con la Tasa de Emprendimiento Temprano (TEA) más alta, alcanzando un 23.7% de la población adulta. Si a esto le sumamos los negocios ya establecidos, nuestra Tasa de Emprendimiento Total se dispara al 37.9%, lo que nos coloca como el segundo país con mayor actividad emprendedora en Latinoamérica y el Caribe. Dicho sin rodeos, casi cuatro de cada diez adultos están inmersos en la aventura de un negocio propio.
Este dato es, al mismo tiempo, un motivo de orgullo y una señal de alarma.
El lado positivo es la percepción social. Los guatemaltecos no solo emprenden, sino que lo ven como una opción de carrera de prestigio. La encuesta del GEM revela que el 93.9% de los adultos considera el emprendimiento como una buena opción, y un 80.2% cree que los emprendedores exitosos son respetados socialmente. Este capital social es invaluable. En otras palabras, la sociedad apoya y admira a quien se arriesga a innovar o, al menos, a forjar su propio camino.
Sin embargo, detrás de esta cifra épica de actividad se esconde un motor menos glamuroso: la escasez de empleos formales. Muchos negocios nacen no de una gran idea para escalar globalmente, sino de la urgente necesidad de generar ingresos para el hogar.
Aquí es donde entra Antigua. La ciudad, con su magnetismo turístico, atrae y concentra esta energía emprendedora. Los negocios que se establecen en sus calles son predominantemente del sector consumo (restaurantes, boutiques, hostales, guías, etc.), un patrón que se refleja a nivel nacional, donde el 65.6% de los emprendimientos tempranos se orienta a este sector. La pasión está ahí, pero la pregunta fundamental para el Grupo Gestor es: ¿estamos catalizando el emprendimiento por oportunidad (que busca un nicho de mercado y escala) o estamos simplemente administrando el emprendimiento por necesidad (que busca autoempleo y supervivencia)? La distinción es crucial para pasar de una economía de subsistencia a una de prosperidad sostenida.
Los Frenos Invisibles: El Entorno que Desafía a la Ciudad Colonial
Si la pasión por emprender está por los cielos, el contexto institucional y estructural, tristemente, está en tierra. El GEM utiliza la Encuesta Nacional a Expertos (NES) para calificar trece áreas clave del ecosistema emprendedor, y los resultados son un duro recordatorio de las barreras que enfrentan incluso los negocios más prometedores en Antigua.
Pensemos en el dinero. El informe no se anda con rodeos: el acceso al financiamiento para emprendedores es escaso. La calificación de los expertos en este rubro es de apenas 3.0 sobre 10. El capital semilla y las rondas de inversión, mecanismos comunes en ecosistemas más desarrollados, ceden su paso a la dependencia de familiares y amigos como principal fuente de inicio. ¿Cómo esperar que un restaurante boutique o un proyecto de agriturismo en las faldas del volcán pueda crecer y formalizarse si el sistema financiero le da la espalda?
Otro punto de quiebre, particularmente relevante para Antigua, es la Apertura de Mercados Internos. En una revelación que debería ponernos a todos a reflexionar, Guatemala obtiene la peor calificación mundial en el dinamismo de sus mercados, ubicándose en el último lugar (posición 56 de 56 países). Lo que esto significa, en términos prácticos, es que no existen mecanismos eficientes o dinámicos para que un pequeño negocio artesanal de Antigua escale su producto más allá de su comunidad o municipio, un hecho que se refuerza con la estadística de que tres de cada cuatro emprendedores (75.6%) atiende a clientes solo en su comunidad o municipio. El mercado es local, estático y lleno de barreras de entrada.
Esto nos lleva a la Informalidad. En las etapas tempranas, la informalidad alcanza el 66.9%. Aunque esta tasa se reduce a medida que los negocios maduran, el hecho de que dos de cada tres nuevos proyectos operen fuera del marco legal y fiscal (por el costo y la burocracia de formalizarse) nos condena a un círculo vicioso: sin formalización, no hay acceso a crédito formal; sin crédito, el crecimiento se estanca. Si Antigua quiere proyectarse como una ciudad de negocios sofisticada para el turismo global, esta alta tasa de informalidad es una camisa de fuerza que debe despojarse.
Educación y Tecnología: La Ventana de Oportunidad Antigüeña
A pesar de los desafíos estructurales, el informe GEM nos regala dos destellos de optimismo que el Grupo Gestor puede y debe capitalizar: la Educación y la Inteligencia Artificial (IA).
El sistema de educación superior y técnica en Guatemala recibe una calificación de 5.9 sobre 10 por parte de los expertos, ubicando al país en la excelente sexta posición a nivel mundial en esta categoría. Esta es una fortaleza enorme. Las universidades y centros técnicos están haciendo un buen trabajo para dotar a los jóvenes de las habilidades necesarias para emprender. Para Antigua, esto significa que hay una base de talento joven y calificado, lista para implementar prácticas de negocios de clase mundial si se le brinda el contexto adecuado.
Y luego está la promesa del futuro digital. Los emprendedores guatemaltecos, de forma sorprendente, son más optimistas que el promedio regional sobre el uso de la tecnología. El 44.6% de los emprendedores en etapas tempranas cree que la Inteligencia Artificial será muy importante para sus negocios en los próximos tres años. Esta creencia en la tecnología (que, por cierto, es superior a la de muchos países con ingresos más altos) es un activo mental que se debe traducir en acción.
Imaginemos las posibilidades para el Grupo Gestor: utilizar esta mentalidad pro-tecnología para capacitar a pequeños hostales en el uso de herramientas de IA para optimizar precios y gestión de inventario, o ayudar a artesanos a usar plataformas de e-commerce internacional, rompiendo así la restricción del mercado local que el GEM identifica. La tecnología es, en efecto, la llave que puede abrir la reja del dinamismo del mercado interno.
Además, las expectativas de crecimiento son altas. Nueve de cada diez emprendedores (92.4%) esperan generar algún empleo adicional en los próximos cinco años. Si logramos formalizar y apoyar estos negocios con crédito y tecnología, el impacto en la generación de empleo en Antigua podría ser transformador, moviendo el foco del autoempleo al crecimiento real de la pequeña y mediana empresa.
Reflexiones para el Grupo Gestor: Más Allá del Dato
El GEM 2024/2025 es un mapa. Nos muestra las montañas (la pasión, la juventud, la expectativa tecnológica) y los valles (el financiamiento, la burocracia, la informalidad). Para una ciudad cuyo prestigio se basa en su patrimonio tangible e intangible, la lección es clara: el emprendimiento en Antigua debe ser intencional. No puede depender solo del flujo turístico para subsistir, sino que debe aprovechar ese flujo para exportar su valor.
El Grupo Gestor tiene la misión de ser el catalizador que tome estos datos técnicos y los convierta en una agenda de acción. La meta no es solo tener una alta Tasa de Actividad Emprendedora; la meta es tener una alta Calidad de Emprendimiento. Esto implica:
- Defender la formalidad como camino al crédito.
- Invertir en la transferencia de conocimiento práctico (el know-how de las universidades, bien calificado en el GEM, debe llegar a la calle).
- Fomentar activamente el E-commerce y la exportación de servicios, para que el límite del negocio no sea el perímetro de la Plaza Mayor, sino el mundo.
En última instancia, el éxito de la economía antigüeña no estará determinado solo por la belleza de sus ruinas o la afluencia de turistas, sino por la capacidad de sus líderes y emprendedores para navegar este panorama de alto riesgo y alta recompensa que tan claramente nos presenta el Monitor Global de Emprendimiento. Es tiempo de tomar el dato y transformarlo en un futuro de prosperidad real.
Referencias
Monitor Global de Emprendimiento. (2024). Monitor Global de Emprendimiento (GEM) Guatemala: Reporte Nacional 2024/2025. Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Francisco Marroquín.