Hay ciudades que nos inspiran por su historia. Otras por su vitalidad. Pero hay pocas como Antigua Guatemala, donde ambas cualidades se entrelazan. Antigua no solo es un lugar para admirar el pasado, sino un espacio donde, cada día, se gesta un futuro diferente. Un futuro más creativo, más justo, más sostenible. Y es que esta ciudad no se ha quedado quieta: ha comenzado a soñar con una transformación que no borre su esencia, sino que la expanda hacia lo posible.
Desde el Grupo Gestor de Antigua Guatemala, llevamos años trabajando con personas, organizaciones y comunidades que comparten esta visión: la de convertir a nuestra ciudad en un territorio creativo y sostenible. Este artículo está dirigido especialmente a quienes estudian administración de empresas o están dando sus primeros pasos en el mundo del emprendimiento. Porque si hay un lugar donde esas ideas pueden florecer, ese lugar es Antigua. Y porque creemos que ustedes pueden ser parte fundamental de ese cambio.
La creatividad como motor de desarrollo
Mucho se habla hoy de la economía naranja y del valor de lo creativo. Pero en Antigua, esos conceptos toman cuerpo. Aquí, la creatividad no es un recurso abstracto: está en la cerámica pintada a mano, en el mural comunitario que narra historias, en el taller de teatro de la aldea, en la app que promueve rutas patrimoniales o en el nuevo café que usa solo insumos locales y compostables. En esta ciudad, lo cultural y lo innovador van de la mano.
Un estudio reciente del Grupo Gestor resalta que más del 40 % de los emprendimientos locales activos tienen un componente creativo, cultural o sostenible (Grupo Gestor de Antigua, 2024). No es casualidad. En un lugar como este, la identidad no es un obstáculo para innovar, sino el terreno fértil desde donde se crean soluciones con propósito.
Lo expresó bien la Comisión de Economía Naranja de la Red Nacional de Grupos Gestores: “El desarrollo económico de ciudades intermedias como Antigua depende, en buena parte, de su capacidad para convertir el patrimonio cultural en oportunidades inclusivas, sostenibles y adaptadas al contexto local” (RNGG, 2023, p. 12).
Sostenibilidad: no una moda, sino una necesidad
Quizá una de las palabras más usadas –y a veces vaciadas de sentido– sea “sostenibilidad”. Pero en ciudades como Antigua, la sostenibilidad no es un lujo: es supervivencia. Con un centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un ecosistema natural frágil y una presión turística constante, cualquier propuesta económica que ignore el entorno está condenada a fallar a largo plazo.
Por eso, muchos emprendimientos en Antigua están optando por modelos más conscientes. Desde restaurantes que reutilizan aguas grises hasta empresas textiles que emplean fibras naturales sin tintes sintéticos, hay una transformación silenciosa pero decidida hacia prácticas más responsables.
El Banco Interamericano de Desarrollo (2021) ha insistido en que “las ciudades intermedias pueden ser laboratorios vivos para políticas sostenibles si se articulan desde la base comunitaria y se promueven modelos productivos de bajo impacto” (p. 47). Antigua está empezando a ser uno de esos laboratorios.
Para quienes estudian administración, este es un terreno fascinante: aquí se pueden aplicar teorías de economía circular, logística sostenible, triple impacto y finanzas éticas en un entorno real, con actores diversos, retos concretos y consecuencias tangibles.
Desarrollo inclusivo: Todos cuentan
Un error común en la planificación del desarrollo es creer que el progreso viene de arriba hacia abajo. En Antigua, hemos aprendido que la verdadera innovación viene desde la comunidad. Proyectos como “Tiendas sin jefe”, donde se promueven mercados colaborativos sin intermediarios, o “Hilos de Plata”, que impulsa el emprendimiento entre personas mayores de 50 años, nos han enseñado que cada persona tiene algo que aportar (Grupo Gestor de Antigua, 2024).
Según datos de la RNGG, más del 65 % de los emprendimientos comunitarios en Sacatepéquez liderados por adultos mayores o mujeres jefas de hogar logran sostenerse por encima de los 24 meses, en contraste con el promedio nacional que no supera el 40 % (RNGG, 2023). ¿Por qué? Porque están enraizados en necesidades reales, no en modas pasajeras.
Y esto tiene un mensaje poderoso para quienes están formándose en gestión empresarial: la inclusión no es solo una cuestión moral, también es una estrategia inteligente. Un negocio que escucha a su comunidad, que la involucra y la beneficia, no solo crece: florece.
Resiliencia: construir desde lo que ya somos
Los recientes eventos sísmicos que golpearon a Santa María de Jesús y otros municipios de Sacatepéquez han sido duros. Pero también han mostrado lo mejor de nuestra gente. Vecinos organizándose, jóvenes creando sistemas de apoyo vecinal, emprendedores que transformaron sus negocios en centros de acopio… La resiliencia está viva en esta tierra.
Como señala CARE Guatemala, “la resiliencia comunitaria no es solo resistir el golpe, sino tener la capacidad de adaptarse, transformar lo vivido en conocimiento y salir fortalecido” (CARE, 2022, p. 9). Y eso es lo que estamos haciendo aquí.
Las ciudades intermedias, como Antigua, tienen una ventaja: su escala humana permite que la respuesta comunitaria sea rápida y cercana. Aquí, una buena idea puede cambiar la vida de un barrio entero. Y tú, que estudias administración o que sueñas con emprender, puedes ser el motor de esa idea.
¿Y ahora qué? Un llamado a involucrarte
No queremos que este artículo se quede como una reflexión bonita. Queremos que sea un empujón, una provocación amable, una semilla. Si estás estudiando negocios, piensa en Antigua como tu laboratorio. Si estás emprendiendo, mírala como tu ecosistema. Y si vives aquí, entonces ya sabes que esta ciudad tiene todo lo necesario para ser ejemplo de un modelo distinto: más justo, más creativo, más nuestro.
Desde el Grupo Gestor de Antigua creemos que el desarrollo económico no se trata de replicar modelos extranjeros, sino de activar lo mejor de lo que ya somos. Por eso impulsamos procesos desde lo local, conectando saberes, potenciando liderazgos comunitarios y creando redes de colaboración con estudiantes, universidades, cooperativas, empresas, artesanos y líderes sociales.
La invitación está abierta. Antigua necesita mentes jóvenes, ideas frescas y corazones comprometidos. Si te resuena este llamado, aquí hay espacio para que aprendas, colabores y crezcas. Porque, como decimos por aquí: “Quien cuida su ciudad, también la transforma.”
Referencias:
Banco Interamericano de Desarrollo. (2021). Ciudades intermedias y sostenibilidad en América Latina. BID.
CARE Guatemala. (2022). Construcción de resiliencia comunitaria en contextos rurales de Guatemala. CARE.
Grupo Gestor de Antigua Guatemala. (2024). Blog institucional. https://grupogestoresantigua.org
Red Nacional de Grupos Gestores. (2023). Informe sobre inclusión productiva en ciudades intermedias. RNGG.